domingo, 18 de noviembre de 2007

RESEÑAS DEL SUCESO

PRESENTADOR DE 'LA ROSA DE LOS VIENTOS'

Fallece el periodista de Onda Cero Juan Antonio Cebrián a los 41 años
Sufrió un infarto durante la tarde del sábado
MADRID.- El periodista y presentador del programa de Onda Cero 'La Rosa de los Vientos' Juan Antonio Cebrián falleció este sábado por la tarde en Madrid, a los 41 años, a causa de un infarto, según informa la emisora de radio en su pagina web.
Cebrián, periodista y escritor nacido en Albacete, dirigía y presentaba desde hace nueve temporadas el programa de fenómenos paranormales 'La Rosa de los Vientos', que se emite en las madrugadas de los fines de semana en Onda cero.
A la hora prevista para el comienzo del programa, un locutor leyó un comunicado en el que se anunciaba el fallecimiento de Cebrián. "Ha fallecido Juan Antonio Cebrián, de repente, por culpa de un infarto traicionero que llegó esta tarde sin avisar, sin darle ocasión a Juan Antonio de despedirse de ustedes, la familia de los oyentes de Onda Cero y la familia de sus oyentes de 'La Rosa de los Vientos'", señaló.
Juan Antonio Cebrián realizó, entre otros, los espacios radiofónicos 'La Red', 'Azul y verde' y el siempre recordado 'Turno de noche'. También fue director de la revista LRV y en la actualidad era colaborador habitual del diario EL MUNDO y de la revista 'Historia de Iberia Vieja'.
Como escritor publicó obras como 'Mis favoritos' y 'Enigma' y recibió premios como el de 'Mejor Locutor' (1994), concedido por la Asociación de Corresponsales Diplomáticos, y al Mejor Programa Radiofónico, otorgado por el semanario Águeda en 1996 al espacio 'Turno de noche'. El Fondo Mundial de Protección a la Naturaleza le concedió también en 1998 el premio a 'la Mejor Divulgación'
Comunicado de Onda Cero:

“Onda Cero informa a sus oyentes de una noticia que ojalá no hubiéramos tenido que contar nunca. La noticia de la muerte de un compañero. Ha fallecido Juan Antonio Cebrián, de repente, por culpa de un infarto traicionero que llegó esta tarde sin avisar, sin darle ocasión a Juan Antonio de despedirse de ustedes, la familia de los oyentes de Onda Cero y la familia de sus oyentes de La Rosa de los Vientos.
Esta noche no va a haber Rosa de los Vientos, porque se nos ha muerto el alma de este programa, el hombre que lo creó, lo inventó, lo hizo crecer y lo condujo con mano maestra hasta convetirlo en lo más hermoso que puede llegar a ser un espacio de radio: un programa de culto, una parte de la vida de cientos de miles de personas que escuchaban, admiraban y querían a Juan Antonio Cebrián. Su muerte nos ha dejado a todos perplejos, y deja a nuestra cadena huérfana de una de sus voces más genuinas, una voz que siempre tuvo el sello de esta casa, la impronta de Onda Cero.
Juan Antonio ha formado parte de esta aventura desde que levantamos el telón, hace ya diecisiete años. Un buen día llegó al estudio con su música favorita en una mano y su innata capacidad de transmitir en la otra: el resultado fue “Discos Cero”, el primer paso de una carrera que, para él, era una forma de ver y entender la vida. En aquella Onda Cero que empezaba, a Juan Antonio Cebrián le bautizamos entre todos como “el Cebri”: inquieto, curioso, creativo; inventor de programas muy diversos -”Bienvenidos al club”, “La Red”, “Azul y verde”-, que compartieron siempre un denominador común: el afán por divulgar, la otra gran pasión de este Cebri que hoy se nos ha marchado sin previo aviso: la divulgación histórica.
Solo él era capaz de convertir a Juana la Loca en un vivisimo personaje radiofónico. Gracias a él aprendimos, entre excursiones científicas, grandes enigmas, y criticas de cine antológicas, gracias a él aprendimos a disfrutar de aprender escuchando la radio. Un buen día Juan Antonio, hombre de radio, descubrió que a sus oyentes del “Turno de noche” les fascinaba descubrir “Pasajes de la Historia”. Y así empezó una irrepetible serie radiofónica, que acabaria siendo el germen, también, de la carrera literaria de Cebrían, el escritor, el divulgador, el autor que cosechaba, libro tras libro, abrumadores éxitos de ventas.
Esta noche la familia de Onda Cero, y la familia de La Rosa de los Vientos, está enlutada. Hoy la vida -siempre imprevisible- nos ha dejado sin uno de los grandes de este medio. Sólo la muerte le podía impedir acudir a la cita con la audiencia. Sólo la muerte podía apartarle de este micrófono que era suyo. Esta es la noticia que ojalá nunca hubiéramos tenido que dar. Que se nos ha ido Juan Antonio Cebrián. Uno de los grandes. Uno de los buenos. Uno de los nuestros.”

ÁNGEL GONZALO

Le debemos noches de insomnio y, a la vez, sueños épicos y pesadillas angustiosas. Pero, por encima de todo, quienes conocimos a Juan y tuvimos el privilegio de trabajar a su lado estaremos en deuda permanente por ser como era, un manchego orgulloso de serlo y con una vocación universalista que sólo tienen quienes han hecho del conocimiento el patio de su recreo.
El periodista Juan Antonio Cebrián falleció el pasado sábado por la tarde, a los 41 años, a causa de un infarto. Nacido en Albacete, estudió Periodismo y realizó dos masters, uno de comunicación y otro de realización de programas.
En Onda Cero, unos cuantos solemos decir que nos sentimos como los Franklin y los Jefferson de la casa, los padres fundadores de un proyecto radiofónico en el que Juan Antonio Cebrián se enfundó la camiseta con el entusiasmo del joven centrocampista que es llamado al primer equipo. Porque eso era él, un tipo volcado en el esfuerzo colectivo.
Corría el año 90 y la antigua Cadena Rato acababa su historia en un proceso de mutación de nombres y de voces. Le apasionaba la buena música americana y pasábamos muy buenos momentos hablando de los Eagles o de Springsteen, pero también de Lucky Luciano y Vito Genovese, porque la 'Cosa Nostra' era otro de nuestro nexos de conversación.
Y a Juan Antonio se le ocurrió idear un programa al que bautizó como 'Turno de Noche' y que, desde su origen y hasta su reconversión, hace nueve años, en 'La Rosa de los Vientos', creó una escuela en el medio. Cebrián daba muestras de que ese hasta entonces desconocido muchacho albaceteño iba camino de convertirse en el mayor divulgador de la radio moderna en España. Tuvo el talento de combinar los contenidos científicos con los del misterio y el medio ambiente con su pasión, la historia.
'La Zona Cero' y 'Azul Verde', entre otras, eran ofertas de un contenedor en el que Juan colocaba ordenadamente el espionaje y los estrenos cinematográficos con el ascenso al Himalaya o el equipo de Atapuerca. Pero, sin duda, fue la historia a la que Juan Antonio dedicó todo su empeño para impulsar la curiosidad entre los oyentes. Centenares de miles de seguidores se engancharon a la historia con los 'Pasajes', porque él explicaba la figura de Leonor de Aquitania con la misma naturalidad y frescura con la que rememoraba los tebeos de su infancia.
Y lo que no sabía esa legión de fieles seguidores es que 'El Cebri' trabajaba sin papeles, de memoria, con el magisterio y la autoridad de la que sólo pueden hacer gala unos pocos elegidos. La naturaleza le privó de la visión, pero en su aparente mundo de sombras brillaba la luz del conocimiento.
Hablaba de fútbol y de cine como podía emocionarse con 'Los Girasoles' de Van Gogh o con un amanecer en la Acrópolis. Porque los ojos de Juan eran su otro yo, Silvia Casasola, su esposa, su mejor amiga, la madre de su Alejandro, el pequeño bautizado en recuerdo del gran macedonio. Dando una muestra de entereza difícilmente comparable, Silvia aseguraba horas después del fallecimiento que Juan murió con un micrófono en las manos, o sea, con las botas puestas.
La noche era Cebrián y siempre se volcaba en ella porque, como decía con su imborrable sonrisa, "por la noche no te oyen, te escuchan". Bomberos, policías, estudiantes, enfermeras, corazones solitarios, amantes en fin de la buena radio, han hecho suyos los turnos de noche de Juan, del mismo modo que se han dejado orientar hacia la senda del saber siguiendo 'La Rosa de los Vientos'.
Como escritor, publicó varias obras, como 'Mis favoritos' y 'Enigma', y ha sido colaborador durante muchos años de EL MUNDO. Alguna de sus obras, publicadas por la Esfera de los Libros, se convirtieron en auténticos bestsellers como sucedió con 'La aventura de los godos', del que se vendieron 100.000 ejemplares.
Gracias a esfuerzos como los de Juan Antonio la radio se ennoblece, la programación se adorna y el oyente coloca el dial en el punto en el que un sabio le da las buenas noches.
Normalmente provocan rechazo quienes aparentan conocerlo todo sin falta alguna de pudor. Con Juan Antonio Cebrián era distinto; te sentabas a escucharle para aprender, como en la Florencia del XVI. No había disciplina que no dominase, y eso le otorgaba el valor de especie protegida y de tesoro de museo. Se nos ha ido el último renacentista.

La Rosa de los Vientos, está de luto
Estoy hondamente entristecido, pareciera que un familiar cercano se me ha ido. Hoy huérfano me ha dejado la radio, el maestro Juan Antonio Cebrián, el inventor del más hermoso programa radiofónico de todos mis tiempos, nos ha dejado.
Uno que descubrió pronto ese artilugio asombroso, se hizo adicto a las ondas, con ellas, crecí imbuido en su magia, atrapado por su hechizo, profundamente hipnotizado por su embrujo. Un conjuro fascinante en la soledad embelezada de esas noches largas, de quien escucha atrapado e insomne voces cautivas que te cuentan fábulas, quimeras, leyendas, historias ciertas y que forman para siempre, una parte imperecedera de tu vida, transformándote sin saberlo, en mejor persona. Como sólo sucede con las cosas bellas.Fue una noche de septiembre del noventa y uno, cuando escuché por primera vez al maestro en su Turno de Noche, junto a un enigmático Germán de Argumosa. Descubrí un mundo aparte tan real y seductor que me tornó noche tras noche en un adicto a su prodigioso verbo y su delicada inventiva, todo un programa de culto, para los incondicionales que amamos, la buena radio, en mayúsculas y sin aditivos, y en los tiempos que corren, sin desabrimiento alguno, que ya es pedir…Han sido dieciséis años, que se dice pronto, formando parte de los quehaceres de uno, ese intruso decidor, para desvelo de mis sueños, que me atrapó consentidamente, con ese magnánimo, digno y noble programa rebautizado como “La Rosa de los Vientos”.Y es que Juan Antonio, siempre “feliz como una lombriz”, supo hacer de su profesión: “la de locutor de epopeyas”, un bendito arte, y de cada uno de sus pasajes de la historia, la narrativa radiofónica más bella jamás contada. Y como sólo los genios innatos de cualidades sobrehumanas y corazón transparente saben hacer, transformó la noche, en lo mejor de la radio, para desventura de mis vigilias.Pareciera, de veras, que se me ha ido un amigo íntimo, aquel con el que compartes mitos, vivencias y anhelos, como pocos en la radio son capaces de crear, ondas hertzianas utópicas de una Rosa de Los Vientos mítica convertida ya para siempre en la alegoría viva, de un romántico y humanista, que me provocó querencia, parcialidad entusiasmo, pasión y eterno amor, por la radio. Nos dejas Cebrián, reminiscencias de una felicidad indescriptible de quien transmite el ímpetu sosegado y la locura entusiasta que lleva dentro. Gracias maestro por tantas y tantas noches pegados a una radio, soñando con mundos ajenos, en azul y verde o cuestiones trascendentes del propio hombre…cuya respuesta espero encuentres…Hasta siempre, escribano de la radio, te echaremos mucho de menos...
Fuente: Eduardo Sande Padilla

Murió con el micrófono en la mano. Le reventó el corazón que usaba tanto. Llegaba todos los días a la radio del brazo de Silvia, que era su mano, y era su alma, y eran sus ojos, y era su Rosa de los Vientos. Ayer, separada para siempre de él, por un cristal de Tanatorio, sólo podía decir: “¡Mira cómo se me ha quedado!”. ¡Y Mirad cómo se ha quedado la noche de la radio!: huérfana y vacía. Él, que la había llenado de Magia y de Cultura, de historias y Maestría, de humor y de sentimientos. Lo derribó el golpe seco del poeta. Seco, sin oportunidad de reanimación. No era sólo un locutor, era un Sabio. Yo nunca supe de dónde sacaba tanta Ciencia, si sus ojos no podían leer, pero sí supe que le llamaban de todas partes, y en todas partes había que habilitar la sala grande porque tenía un ejército de seguidores. Fue un humanista que publicó 16 ó 17 libros, no lo se muy bien, todos de éxito. Fui su director y nunca pidió un aumento de sueldo. Y sólo pedía trabajar más, hasta que el trabajo, la tensión, el estrés de querer llegar y cumplir sus compromisos, le atacó en la parte débil, le taponó el corazón y lo fulminó. Se ha muerto uno de los Grandes, señores, un hombre que iba por la vida modestamente, sin dar codazos, enseñando, Maestro de la Palabra, Maestro de la Historia, Maestro en Calidad humana, Maestro en Categoría. Le estalló el corazón. Le tenía que estallar.
Fuente: Fernando Ónega

Homenaje a Juan Antonio Cebrián
Va cayendo la noche: La brumaha bajado a los montes el cielo:Una lluvia menuda y monótonahumedece los árboles secos.El rumor de sus gotas penetrahasta el fondo sagrado del pecho,donde el alma, dulcísima, escondesu perfume de amor y recuerdos.¡Cómo cae la bruma en en alma!¡Qué tristeza de vagos misteriosen sus nieblas heladas escondenesas tardes sin sol ni luceros!En las tardes de rosas y brisaslos dolores se olvidan, riendo,y las penas glaciales se ocultantras los ojos radiantes de fuego.Cuando el frío desciende a la tierra,inundando las frentes de invierno,se reflejan las almas marchitasa través de los pálidos cuerpos.Y hay un algo de pena insondableen los ojos sin lumbre del cielo,y las largas miradas se pierdenen la nada sin fe de los sueños.La nostalgia, tristísima, arrojaen las almas su amargo silencio,Y los niños se duermen soñandocon ladrones y lobos hambrientos.Los jardines se mueren de frío;en sus largos caminos desiertosno hay rosales cubiertos de rosas,no hay sonrisas, suspiros ni besos.¡Como cae la bruma en el almaperfumada de amor y recuerdos!¡Cuantas almas se van de la vidaestas tardes sin sol ni luceros!
Juan Ramón Jimenez
OH CAPITÁN, MI CAPITÁN!
¡Oh Capitán, mi Capitán!Terminó nuestro espantoso viaje,El navío ha salvado todos los escollos,Hemos ganado el codiciado premio,Ya llegamos a puerto, ya oigo lascampanas, ya elpueblo acude gozoso,Los ojos siguen la firme quilla del navíoresuelto y audaz,Mas ¡oh corazón, corazón, corazón!¡Oh rojas gotas sangrantes!Mirad, mi Capitán en la cubiertaYace muerto y frío.¡Oh Capitán, mi Capitán!Levántate y escucha las campanas,Levántate, para tí flamea la bandera,para tí suena el clarín,Para tí los ramilletes y guirnaldas engalanadas,para tí la multitud se agolpa en la playa,A tí llama la gente del pueblo,a tí vuelven sus rostros anhelantes,¡Oh Capitán, padre querido!¡Que tu cabeza descanse en mi brazo!Esto es sólo un sueño: en la cubiertaYaces muerto y frío.Mi Capitán no responde,sus labios están palidos e inmóviles,Mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso, ni voluntad,El navío ha anclado sano y salvo;Nuestro viaje, acabado y concluido,Del horrible viaje el navío victorioso llega con su trofeo,¡Exultad, oh playas, y sonad, oh campanas!Mas yo con pasos fúnebres,Recorreré la cubierta donde mi CapitánYace muerto y frío.Del escritor y poeta Walt Whitman
Fuente: http://www.carloscanales.com/EXPERIMENTA/JAC.html


Fecha:
Sun, 21 Oct 2007 14:04:00 +0200 (CEST)
De:
"Nieves Garcia" agrosso_modo@yahoo.es
Asunto:
Gracias Juan Antonio Cebrián
Para:
rosa.vientos@ondacero.es

Queridos rosaventeros!
La noticia que ayer nos contaron a la 1 de la
madrugada, cuando esperabamos otro programa del mejor
comunicador,me sacudió profundamente. La muerte de Juan
Antonio la sentí propia. Me considero una fiel oyente
de este programa desde sus orígenes y era una compañia
vital para mí,ayudándome a seguir adelante en muchas
ocasiones difíciles.Esta situación nos desampara a
todos los que nos sentíamos arropados en la madrugada
con su inconfundible voz y cómo nos envolvía con sus
historias tan interesantes y cautivadoras, por eso y a
pesar de éste trágico hecho, me encantaría que el
programa no se acabara y que las 3C continuaran con su
legado.Mucha fuerza y muchas gracias Juan Antonio por
todo lo que nos has dado.
Nieves desde León

Lo que deseó para el año 2007 el equipo de la Rosa de los Vientos:
En cuanto al programa radiofónico os podemos comentar que, según el último EGM de este año, las cosas no pudieron ir mejor con cifras muy satisfactorias que alcanzaron los 227.000 oyentes con un grado de fidelidad y cariño que sigue sorprendiendo a propios y ajenos. Así lo atestiguan las cifras del podcats donde la Rosa ha sido el programa más escuchado de la Radio española con miles de descargas cada semana. Por otra parte, la propuesta de contenidos de esta temporada 2006-2007 ha recibido críticas inmejorables y la Rosa camina decidida hacia su X Aniversario en antena con más de 1.500 ediciones. En palabras del propio Cebrián: “todo un logro difícil de imaginar cuando nos enfrentamos a este reto en 1997”. En el capítulo literario Los Borgia, historia de una ambición, última, por ahora, incursión literaria del escritor manchego, ha superado cualquier expectativa alcanzando en poco tiempo la 3ª edición con mas de 30.000 ejemplares vendidos de una obra que ha recibido excelentes críticas por su rigor, amenidad y magnífica labor documental. Será sin duda uno de los libros más solicitados en estas navidades, tal y como auguran los libreros consultados. Asimismo, La aventura de los conquistadores, el otro título publicado por Cebrián en este año 2006, lleva idéntica trayectoria al resto de sus ya famosas historias divulgativas encontrándose a fecha de hoy a punto de la 4ª edición y con el atractivo añadido, gracias a la editorial Esfera de los libros, de un Estuche de lujo donde están incluidos los tres títulos con la palabra “Aventura”, es decir: La aventura de los godos, La aventura de los romanos en Hispania y el mencionado La aventura de los conquistadores, títulos que juntos suman más de 40 ediciones. También comentar la reciente aparición en bolsillo de Enigma, de las pirámides de Egipto al asesinato de Kennedy, el libro de las 4C que obtuvo tanto impacto entre sus lectores con más de 80.000 ejemplares vendidos. Para finalizar estos apuntes literarios, deciros que El mariscal de las tinieblas, el libro de Cebrián donde se abordaba la historia de Gilles de Rais, mas conocido como Barba Azul, ha sido muy bien recibido en su traducción portuguesa, sobre todo por los lectores de Brasil, país donde está consiguiendo toda clase de elogios. Y como adelanto os avanzamos que en marzo de 2007 aparecerá un segundo volumen de Mis favoritos con el subtítulo De Tutankamón a Ana Frank. Un nuevo compendio de 60 biografías revisadas y actualizadas por Cebrián que en su día vieron las luz en las páginas del Magazine, dominical del Diario el mundo. Solo nos resta enviaros muchos cariñitos desde esta web y animaros a participar en el concurso radiofónico que la Rosa de los vientos propone para estas fechas de Navidad y en el que se sortearan las tradicionales cestas culturales. En esta ocasión se incluirán en cada uno de los tres lotes los siguientes títulos: 1- El mariscal de las tinieblas, 2- La aventura de los conquistadores, 3- Los Borgia, historia de una ambición. A estos libros se añadirá en cada cesta un doble Cd de la Rosa de los Vientos, prácticamente imposible de encontrar a fecha de hoy. Los sorteos se realizarán los días 23 - 30 de diciembre y 6 de enero. Una vez más os deseamos que el año 2007 os sea propicio para la culminación de vuestros sueños más emocionantes.
¡Quien se lo iba a decir al bueno de Cebrian lo que el 007 le estaba esperando!


Fecha:
Sat, 27 Oct 2007 19:19:33 +0200 (CEST)
De:
"Nieves Garcia"
Asunto:
sin rumbo
Para:
tuopinion@juanantoniocebrian.com

Pasada la primera semana desde la trágica noticia de
la desaparición del Gran caballero de las
madrugadas, he de decir que me sigue abrumando el
suceso y más si pienso en esta noche y el devenir de
nuestra queridísima Rosa.
No sé cómo una persona a la que no conocí
físicamente pudo causar este efecto en mí y en tantos
y tantos oyentes,sus fieles seguidores durante toda
una vida,que ahora se ha marchitado.
Cada uno sabe porque comenzó a escucharlo,y porque
nos hicimos adictos a su voz aterciopelada,que nos
arrullaba sacándonos de realidades grises y
adentrándonos en sus historias épicas,sus aventuras
legendarias,sus pasajes cautivadores,sus tertulias
expectantes,en fin,irradiando esa luz de lo honesto y
reconfortándonos con nosotros mismos;todo era buenas
sensaciones.
Me gustaría que la fuerza de todos nosotros en estos
tristes momentos sea la necesaria para que los 32
rumbos
de la Rosa no se apague y la estela que dejó en
nosotros no desaparezca,sino que perdure;se lo
debemos.
Juan Antonio nos conquistaste dándonos una lección
magistral de la vida, haciéndonos sin saberlo mejores
personas, por eso,te doy las gracias por haber tocado
mi vida y tantas vidas,dando sentido a este sin
sentido mundo.Gracias por todo, guardaré como un
inmenso tesoro todos los archivos de tus programas,y
te seguiré oyendo tantas veces pueda, porque tú te
interesabas por tus oyentes como lo más preciado, hoy
te encumbramos y seguiremos siendo tus más
incondicionales.
Mucho ánimo a sus colaboradores,amigos y
familiares,en especial a su mujer e hijo.
Por siempre nuestra querida Rosa de los Vientos

En el cosmonauta blog de javier cañada
edafontaine dice:
Hola a todos!
Pasada la semana primera de la nueva era sin el gran tahur de las ondas he de deciros que se hace duro.En estos dias me han venido multitud de sensaciones que sentia al escuchar su voz,sus historias,sus pasajes.Está claro que nos ha venido muy grande este terrible acontecimiento porque él nos arropaba cada madrugada,nos transportaba a épocas interesantes,nos hacía soñar.Será duro seguir sin tí Juan Antonio,pero tú que tocaste tantas vidas y las llenaste de libertad e ilusión,estarás por siempre en el lugar que todos los rosaventeros te encumbramos:nuestro corazón.Te pertenece maestro.Gracias por haber existido.Te seguiré escuchando

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